Tras mi periplo por el teatro clásico español dirigiendo la Compañía Nacional de Teatro Clásico (2011 a 2019), vuelvo con Ur teatro a este autor querido y siempre añorado y a una de sus comedias más populares: Noche de reyes donde de nuevo el amor es el protagonista.
El equipo que me rodea posee el talento, la experiencia y la magia de descifrar y traducir a diversos lenguajes poéticas ricas y complejas. Y en esa tarea andamos, a la búsqueda de una auténtica y común plasmación de esta hermosa comedia shakespeariana. Olivia ha perdido a su padre y a su hermano. Guardará luto durante siete años porque el mundo ha acabado para ella. Orsino ama a Olivia con una pasión que duele e inmoviliza.
Son vidas que huyen de la vida, son locuras paralizantes de Illiria. Y en ese lugar inverosímil hay más locuras, en ese lugar Tobías,Andrés y María aspiran cada noche a ser felices envueltos en los efluvios del alcohol, burlándose del mundo y de sus semejantes, huyendo en fin, de la melancolía. Llega el día y esa alegría desaparece porque su locura es transitoria, no impulsa y se deshace
con la luz del sol. Malvolio sirve a Olivia y entre sueños despiertos desea, en secreto, ser su esposo. La fortuna le juega una mala pasada por atreverse más bien a imaginarse en la grandeza. Feste, el bufón de estas tierras, pasea su arte y sus lúcidos consejos libre, ácido y compasivo con la debilidad humana. Esta figura especular y espejo deformado en el que se contemplan el duque Orsino y la condesa Olivia será su maestro en el amor y el nuestro. Es otro loco, éste muy cuerdo. El mar trae a Viola que se ha salvado de la muerte en un terrible naufragio en el que perdió a su hermano
gemelo, Sebastián. Sus ojos y su voz mueven el mundo, lo agitan hasta que este puede contemplarse a sí mismo y revivir pero, ella no lo sabe. Juega a ser otro y aún no es quien es. No conoce aún sus fuerzas. Ama y defiende sus sentimientos con pasión.
Calma las locuras, las pasiones destructivas e inútiles y vive. Hace que la vida se renueve hasta el ciclo siguiente. Jugando con la identidad en el límite, como nunca antes había hecho, Shakespeare nos deleita con la circulación de secretos, falsedadesconscientes o inconscientes y enigmas por descifrar. La aspiración, el deseo se hacen realidad por un momento y llegamos a confundirnos, nosotros y los personajes porque cambia el punto de vista sobre el mundo. ¿Qué otra cosa es el teatro más que el viaje por la imaginación que renueva la vida alterando las perspectivas?
La equivocación, la apreciación defectuosa, la impresión ilusoria, provocan la acción en cada caso. Escrita en 1602 es una de las más admiradas comedias de Shakespeare donde la audiencia es
coprotagonista de los acontecimientos. El espectador se ve interrogado ética y psicológicamente y obligado a asumir una cierta responsabilidad moral que el autor le pone y le quita mediante la risa y otros ardides teatrales. El humor llena de libertad las palabras de esta genial comedia y traspasa el escenario para, con mucha risa, hacernos disfrutar, sentir y pensar. Y, tras la risa: hace mucho que el mundo rueda y llueve todos los días canta Feste, el bufón, recordándonos el desencanto que lleva aparejado el vivir. En este poema ilimitado Shakespeare nos sumerge en el mar y después nos lanza a la arena. Hay que renacer siempre, morir y volver a nacer.
En sus comedias, en medio de la risa y de la pena, hay un viaje hacia el peligro, hacia lo desconocido donde habita la identidad que necesitamos conocer. Por mucho que pretendamos negar la naturaleza esta se rebela y se muestra. El disfraz, el juego, la pasión, la burla, los juegos de palabras, la poesía acude en nuestra ayuda y descifran los mecanismos del conocimiento del alma del mundo y de la de cada uno de nosotros.
Helena Pimenta
Las entradas para este espectáculo saldrán a la venta el lunes 20 de diciembre de 2021, 10:00 h.
Precio entrada: 18 €
· Duración: 100 min.
