Esta actuación, cuyo coste ronda los 4 millones de euros y cuyos trabajos fueron adjudicados a la empresa Excavaciones Fermín Osés, ha transformado este espacio en un entorno natural para el ocio y la actividad, proyectado sobre el río Ebro.
Concretamente, se ha reformado el aparcamiento de Ribotas y el tramo del paseo Pamplona con el puente del Ebro, que fueron abiertos al público hace un año. Además, se ha ampliado el edificio de piraguas, los baños y el bar. También se ha acometido un nuevo parque infantil de alrededor de 600 m2, se ha demolido la fuente existente y se ha modificado el pavimento de la entrada al Paseo del Prado.
Además, se han creado caminos proyectados y un nuevo carril-bici que discurre por todo el corredor del Ebro. Finalmente, se han instalado nuevos jardines con riego y se ha cambiado el alumbrado público a LED.
“Ha sido una de las obras más importantes de los últimos años en Tudela. Un gran reto. Hoy ya es una realidad tras mucho trabajo, empeño y esfuerzo. Buscábamos la renovación de esta parte de la ciudad que siempre ha estado olvidada. La idea ha sido mejorar la movilidad de la zona, conseguir unas rutas de paseo adecuadas y potenciar el valor del río Ebro en el entorno de la ciudad. Lo hemos conseguido. Ahora todos tenemos una misión que es disfrutarlo y cuidarlo.”, ha señalado el alcalde, Alejandro Toquero.
